Práctica 3: Sunning

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Esta actividad de visión natural es relajante y a la vez es buena para mejorar la sensibilidad a la luz. Se hace siempre con ojos cerrados.

 

Las horas de sol mejores son las primeras horas de la mañana y las últimas de la tarde, sobre todo en verano. En el resto de estaciones, el sol no es tan fuerte, así que podemos hacer sunning casi todo el día – hay que aprovechar que en España tenemos muchos días de sol!!!-

 

Nos colocamos frente al sol, cómodos, sentados, si podemos, y giramos la cabeza de lado a lado.  Con ojos cerrados. Hacemos unos 20 giros, respirando profundo, a ritmo tranquilo, el movimiento del cuello y la cabeza es relajado.

Al mover la cabeza de lado a lado, también estamos masajeando el cuello y con ello, mejorando la circulación sanguínea y linfática. El cuello relajado es importante para una buena visión.

 

Al girar, imagino que la luz y el calor del sol me hacen un masaje en la cara, y los músculos de la cara (frente, entrecejo, sienes, pómulos, mandíbula…) se ablandan, se sueltan, se relajan.

 

Una vez que hemos hecho los giros (podemos hacer más si nos está resultando placentero), podemos darnos la vuelta y ponernos de espaldas al sol, o quedarnos como estamos. Llevamos las manos a la cara y nos cubrimos los ojos con las palmas de las manos. Los ojos siguen cerrados. Y hacemos un ratito de palming.

También es una actividad de descanso para el sistema visual y la mente. Ahora le damos oscuridad a los ojos. Y respiramos profundo.

Cuidado que los hombros no suban  hacia las orejas!! Hombros sueltos , sin tensión, buscamos que todo el cuerpo esté relajado. Si tenemos una mesa cerca, podemos usar el apoyo de la mesa para los codos, si no, cuando comencemos a sentir tensión, podemos bajar las manos.

Seguimos con ojos cerrados.

Sentimos el cambio de la oscuridad a la luz, y vienen colores como naranjas, rojos…. Deja que los colores se expandan a través de tus párpados hacia dentro, incluso hacia la cabeza por detrás, llegando hasta la corteza visual y bajando por la parte de detrás del cuello, hacia los hombros. Eso es energía curativa,  nueva, que barre y sustituye a la energía que pudiera estar estancada por hábitos visuales incorrectos y de esfuerzo.

Esperamos un poco. Respiramos y dejamos que los colores vayan cambiando.

 

Pasado un ratito (unos 20- 30 segundos) podemos abrir los ojos. Pero lo hacemos gradualmente. Abrimos y cerramos de nuevo, como haciendo un foto. Dejamos los ojos cerrados unos  10 segundos y abrimos de nuevo. Cerramos otra vez. Esperamos otros  10 segundos y abrimos de nuevo… así, poco a poco, me voy acostumbrando a abrir los ojos después de esta relajación.

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